Comunidad Colombia LGTB

Éstae es un artículo de uno de nuestros lectores quien se ha interesado por compartir sus opiniones.

GRACIAS VICTOR...

Y dice...

Oh sorpresa cuando en la mañana del 8 de julio leo la prensa local de Manizales y me encuentro con el artículo “Pelo largo: polémica sin cortar” y más los párrafos donde uno de los entrevistados afirma que el tener el cabello largo y cuidarse la imagen es cuestión de afeminamiento o deseos reprimidos.

“Como un varón”

Esteban siempre ha sido de los que siguen las indicaciones de sus padres para obrar de buena manera. Considera que tiene buenos modales y que cada vez que le preguntan por sus cualidades se queda corto para hablar de ellas. Este jueves cumplirá 14 años y a pesar de contar con varios compañeros en el colegio, no cuenta sino con un amigo, Mario, el que lo acompaña en su estilo y no tiene el cabello largo como los demás de la clase.

“A mí eso del cabello largo me parece de niñitas. Tanto que los hombres critican a las mujeres y cada vez se quieren parecer más a ellas, hasta van a arreglarse las uñas con esmalte y todo. Mi corte es como un varón. No me veo dejando más pelos en el cepillo que mi mamá, ni mucho menos gastando horas en el espejo para cuadrarlo en un lado o en otro. Creo que los que tienen el cabello así son afeminados o que tienen deseos reprimidos, porque se sientan al lado de una niña y parecen siameses”[1].

Esta percepción a un estudiante de esta edad, demuestra aún la concepción machista con la que educan a las personas en el hogar, el poco conocimiento que tienen sobre la personalidad de cada ser, el tener cabellos largos, el realizarse manicure, el estar pendiente de la imagen, inclusive el tener una(s) sesiones frente al espejo a diario no es cuestión ni sinónimo de nada, es más bien significado del valor que tiene cada quien para mejorar su aspecto frente a las sociedad.

Sería bueno preguntar a este entrevistado, si no asiste a salones de belleza por el que dirán, si es de quienes aún guardan el concepto “yo no me dejo tocar la cabeza de un marica” como denominan en el argor machista a quienes tienen esta gran labor de ayudarnos en nuestra imagen.

Hoy en día el llevar el cabello largo es cuestión de moda, una moda que busca nuevamente ubicarse en la juventud especialmente, una moda que si retornamos a la historia, en la época de los inicios quien era Jesús y sus discípulos; y no llenos tan atrás cual era la característica en los años 60’s – 70’s donde no revertía inconveniente alguno el preocuparse por si mismo, donde no por el hombre tener el cabello largo lo determinaban de afeminado, o toda la terminología con la que nos denominan por tener una opción sexual que para la sociedad es diferente.

Entonces aquellas personas que públicamente se declaran metrosexuales, ¿tienen que pertenecer a nuestra comunidad LGBT?.

Los jóvenes que hoy en día hacen las cosas más por llamar la atención o por rebeldía si podemos llamarlo así, ¿entonces tienen que ser de nuestra comunidad?

Amigos lectores, nuevamente los invito a que retrocedamos en nuestra historia y miremos de dónde vienen las modas que se imponen ahora, los piercings, las narigueras, las perforaciones en general especialmente en el sexo masculino y sobre todo lo central de este artículo, el cabello largo en los hombres.

Lo importante al tomar la decisión de llevar un objeto, y/o portar el cabello largo, es siempre tener los cuidados respectivos, tener una muy buena higiene y portar con orgullo sin pena ni tapujos lo que ha determinado, hacer respetar sus decisiones sin arbitrariedades de ninguna categoría.

El artículo completo pueden observarlo en:

http://www.lapatria.com.co/Noticias/ver_noticia.aspx?CODNOT=42515&CODSEC=34

VICTOR H.